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Si eres un fotógrafo digital, necesitarás una computadora y un monitor para evaluar y hacer tus retoques. Y si quieres un trabajo bien hecho (que por supuesto que lo quieres), no puedes utilizar cualquier monitor para fotografía.
Esto significa que debes saber cómo descifrar y comparar características técnicas que parecen estar hechas para ser entendidas sólo para ingenieros. En este artículo, te introducimos algunas de las principales características a considerar en la selección de tu monitor para edición de fotografías.
Comprar un nuevo monitor es de mucha utilidad para aquellos que utilizan una laptop, como sucede en muchos casos en la actualidad, dado que este tipo de computadoras no son tus mejores aliados en la fotografía.
Para tu próxima compra, ten en mente estas características
Esta característica es fácil de entender porque, usualmente, elegir el monitor dependerá del tamaño de tu espacio de trabajo que relices. La parte difícil es decidir cuál es el tamaño mínimo que te permitirá trabajar cómodamente, sin gastar demasiado.
Cuando comiences la búsqueda, debes tener tres aspectos en cuenta: el tamaño de tu escritorio, tu agudeza visual y la distancia a la que te sientas del monitor.
En general, es recomendable buscar un monitor que no sea menor a 24 pulgadas, aunque lo ideal se encuentra entre las 27 y las 32 pulgadas.
Los monitores de este tamaño son lo suficientemente grandes para justificar la inversión. Además, te permitirán visualizar tus imágenes con un buen nivel de magnificación y, simultáneamente, tener los paneles y las barras de herramienta para la edición a la mano.
En este aspecto, no hay demasiado que decir. Las resoluciones disponibles no son demasiadas, especialmente porque se determinan por el tamaño de la diagonal.
Si eres un profesional dedicado a la fotografía, busca un monitor ya sea de 2K o de 4K, pero asegúrate de que tienes los programas para aprovechar esta resolución.
La calibración de tu monitor es limitada, sin importar el modelo que tengas. Adquirir un monitor con profundidad de bit LUT elevada ayudará a que tu monitor para fotografía soporte más colores en la pantalla.
En un sistema con baja profundidad bit, los tonos más oscuros y los más claros se unen con el blanco y el negro para aproximarse lo más posible al color deseado. Este problema de precisión no sucede con los monitores de profundidad bit elevada.
La mayoría de los monitores del mercado suelen tener 8-bit LUT, aunque también se encuentran disponibles los de 6-bit y 10-bit LUT.
Por otro lado, se habla de gama estándar, que incluye sólo el espectro sRGB, y de gama amplia que también cubre el espectro de Adobe RPG.
El espectro sRGB es suficiente para los fotógrafos con base en la web que pretendan mostrar sus resultados en un monitor. Sin embargo, para los que desean imprimir, la gama amplia es más recomendable para conservar la calidad de su trabajo.
El efecto TN (Twisted Nematic) es una tecnología muy conocida, aunque también una muy antigua. Su mejor característica es que responde muy rápido, lo que la hace muy buena para plataformas de videojuegos, pero no tanto para el uso fotográfico. Cuando se combina con iluminación LED, un monitor TN puede proveer mucho más brillo y utilizar menos energía que otras tecnologías de su estilo.
La tecnología IPS (In Plan Switching) es una opción muy contemporánea que produce un mínimo de 125% de los colores disponibles en la gama NTSC. Además, los colores no se distorsionan cuando los miras desde diferentes ángulos. La mayoría de ellos se aprecian incluso desde un ángulo mayor a 170º.
Un monitor para fotografía con panel IPS es tu mejor opción básicamente por dos razones:
Incluso en interiores, las pantallas brillantes reflejan mucha luz. Este tipo de pantallas favorecen el contraste y la vitalidad de los colores, y están diseñadas para un uso dedicado al entretenimiento, pero sus desventajas son evidentes para el trabajo fotográfico, especialmente porque alteran la percepción de lo que se muestra, la saturación y el contraste. Los monitores que no reflejan este brillo se conocen como mate.
Si harás tu compra en línea, es recomendable que mires en las características técnicas para determinar qué tipo de pantalla tiene el monitor. Pero, ¿cuál debes comprar?
Si tus fotografías son sólo para verse en una pantalla, cualquiera de las dos pueden ser buenas opciones. Pero si las vas a imprimir, una pantalla mate te dará mejores resultados.
Para uso fotográfico, es indiscutible: busca un monitor RGB LED y no uno EL-WLED. La segunda opción no ofrece reproducciones de color suficientemente confiables, lo que es indispensable en la fotografía.
Con un ángulo visual reducido, moviéndote hacia la izquierda o derecha, o de arriba abajo respecto al eje central del monitor, los colores se transforman y el contraste cambia. Te puedes imaginar lo poco recomendable que es esto para el retoque fotográfico…
Los monitores para fotografía más actuales te permiten moverte de un lado a otro sin notar cambios tan obvios en la imagen. Es recomendable elegir un monitor con al menos 120º de ángulo horizontal y, preferentemente, lo mismo en vertical.