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Ya que el monitor es una importante herramienta de trabajo, requiere una especial atención a las condiciones de iluminación de los puestos de trabajo, pero sobre todo, el brillo y temperatura que proporcionan los monitores, pues estos factores juegan un papel fundamental en el rendimiento laboral.
Actualmente, para tratar de mitigar las afecciones oculares causadas por el uso de monitores extras, se han integrado grandes superficies acristaladas que permiten un mayor aprovechamiento de la luz natural. Sin embargo, esto no es suficiente, pues los cambios de luz a lo largo del día hacen necesario ajustar los niveles de brillo del monitor para evitar deslumbramientos en la pantalla o que el ojo realice esfuerzos acomodativos extras para enfocar.
Si una pantalla está en una habitación con poca luz, el ojo debe hacer más esfuerzo para enfocar. Y, al contrario, si hay mucha luz ambiental, el ojo debe esforzarse para evitar el deslumbramiento causado por el reflejo de la luz en el monitor.
La iluminación hace que tus ojos realicen 2 mecanismos para lograr tener una visión adecuada:
Es el proceso por el cual el ojo es capaz de funcionar en un amplio margen de niveles de iluminación, mediante cambios en la apertura de la pupila. Cuando pasas de un nivel de brillo alto a uno bajo o viceversa, el ojo se ve sometido a un proceso de adecuación para poder ver correctamente.
Es el mecanismo del ojo para ajustar espontáneamente su distancia focal. Durante la acomodación los músculos que rodean el cristalino ajustan la tensión en él, cambiando su curvatura y por tanto, su distancia focal.
El uso de monitores tradicionales ha llevado a que los ojos realicen estos dos mecanismos constante y forzadamente, dando lugar a la aparición de ciertas alteraciones de la salud que se manifiesta de las siguientes formas:
Todo lo que haces con tus ojos impacta directamente en tu salud ocular; trabajar largas horas frente a un monitor mal iluminado es la principal. Sabemos que dejar de hacerlo es imposible, por ello, te recomendamos controlar el brillo de tu monitor para evitar afecciones oculares.
Como ya lo hemos visto, el ojo realiza esfuerzos acomodativos y de adaptación según la iluminación. Para evitar que los ojos realicen constantemente estos esfuerzos idealmente deberíamos ajustar el brillo de nuestra pantalla al notar variaciones de la luz ambiental.
Sin embargo, difícilmente recordarás o tendrás tiempo de realizar este ajuste manualmente. Para ello, existen monitores profesionales con tecnología especializada en ajustar automáticamente el brillo y temperatura de color según la luz ambiental.
BenQ cuenta con una línea exclusiva de monitores con Brightness Intelligence, una tecnología de BenQ que, mediante sensores, detecta la intensidad y la temperatura de la luz que hay en el medio ambiente y ajusta esos valores en el monitor.
De esta manera tendrás el brillo y temperatura adecuados a lo largo del día para que trabajar por largas horas sin lastimas tus ojos. Conoce más sobre la tecnología del monitor Brightness Intelligence exclusiva de BenQ.