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Si estás en busca de un monitor gamer, ya sea de 60Hz, 144Hz o 240Hz, entonces lo más probable es que estés tomando en cuenta dos características muy importantes. En este caso no nos referimos a la resolución, ya que eso seguramente te queda claro al igual que el tamaño de la pantalla. En este caso estamos hablando del tiempo de respuesta y el input lag. Si bien la mayoría de los usuarios de monitores gamer tienen bien claro en que consiste la frecuencia de refrescado de la pantalla, muchas personas siguen confundidas con respecto a la distinción entre tiempo de respuesta e input lag.
Además, si bien resulta fácil encontrar el tiempo de respuesta de un modelo de monitor gamer en sus especificaciones, el input lag rara vez aparece. Mientras que los fabricantes pueden calcular y hacer pruebas sobre el tiempo de respuesta en la fábrica, el input lag representa un problema más complejo. En términos generales, muchos de los factores que afectan la totalidad del input lag no tienen nada que ver con la pantalla.
Si estas interesado en los monitores gamer, definitivamente vale la pena aclarar tanto como sea posible la diferencia entre estos dos términos porque si optas por un monitor que resulte tener demasiado input lag o un tiempo de respuesta demasiado lento, entonces podrías arruinar tu experiencia de juego. Incluso un monitor con alto refresh rate en pantalla podría sufrir de estos problemas y entonces comienzan los efectos negativos como movimientos borrosos o ghosting. Además, al presionar botones y ver la respuesta en pantalla lo sentirás lento y como si algo estuviera tomando más tiempo del necesario. Es precisamente para evitar esto que es necesario que tengas bien claro la diferencia entre input lag y el tiempo de respuesta de un monitor gamer.
Dicho de manera sencilla, el tiempo de respuesta forma parte del tiempo total del input lag. Esto hace más fácil entender de donde nace esta confusión, ambos describen aspectos diferentes pero interconectados de un monitor gamer. Otra razón de esta confusión es también que ambos se miden en tiempo, usualmente milisegundos, así que además de ser mencionados en conjunto, también se integran entre sí.
Ambos nos muestran aspectos importantes sobre la velocidad de un monitor para gaming, pero desde ángulos diferentes, el tiempo de respuesta es nativo al panel utilizado en un monitor. Por otro lado, el input lag incluye todo el proceso desde que se presiona un botón o tecla, hasta llegar a la acción correspondiente en pantalla.
En esencia, ambos términos destacan la velocidad con la que las imágenes cambian en pantalla. Pero una descripción así de simple no hace justicia a la importancia de estas características, así que profundicemos en el tema.
El tiempo de respuesta describe el tiempo que un monitor necesita para cambiar las propiedades de cada pixel. Dado que los monitores LCD consisten de millones de ellos, la velocidad es esencial. El tiempo de respuesta nos dice cuanto tiempo necesita un monitor para convertir un pixel de rojo a verde, por ejemplo. Mayor velocidad se traduce en imágenes más nítidas y tasas de actualización más altas.
Los fabricantes de monitores gamer suelen listar el tiempo de respuesta como GtG, que quiere decir, de gris a gris. Esto se debe a que cambiar los pixeles entre tonos de grises es mucho más rápido que cambiarlos entre diferentes colores base (RGB). Este numero resulta un excelente indicador de la velocidad del monitor. Los tiempos de respuesta por debajo de los 5 ms resultan ideales para los monitores gamer, mientras que los jugadores más competitivos querrán estar tan cercanos a 1 ms como sea posible.
Diferentes tipos de paneles ofrecen diferentes capacidades de tiempo de respuesta, aunque cada vez se cierra más la brecha. La velocidad más alta se obtiene de los paneles tipo TN, que típicamente son considerados los mejores monitores gamer. Esencialmente todos los paneles TN funcionan a una velocidad de 1 ms hoy en día, lo que los hace ideales para frecuencias de actualización de 240 Hz. Los paneles de tipo VA y IPS generalmente ofrecen velocidades de entre 2 ms y 5 ms, pero a la vez proporcionan mejores colores y ángulos de visión.
El tiempo total que toma mostrar una acción en la pantalla desde que se presiona un botón o tecla es conocido como input lag. El input por lo general se refiere al usuario que presiona una tecla o un botón para realizar una acción dentro del juego. El tiempo necesario para mostrar dicha acción es el input lag.
El input lag puede aumentar por una serie de factores. Por ejemplo, si se utilizan dispositivos inalámbricos como mouse y teclado, estos suelen tener un retraso mayor en su señal que las versiones alámbricas. Una vez presionada la tecla, la consola o PC también toman un tiempo para procesar la señal y por último otro tanto en enviar la señal de la tarjeta gráfica al monitor. A partir de allí, cada monitor tiene su propia unidad de procesamiento que toma la señal y la envía a la pantalla y por lo tanto agrega un retraso más.
Para optimizar este retraso, se recomiendo usar el modo PC o modo juego en los menús de monitores gamer. Estos modos desactivan la mayor parte de los procesamientos de imagen adicionales, logrando optimizar el envío de la señal a la pantalla para las velocidades más altas posibles.
Los mejores monitores como el BenQ EL2870U, el monitor gamer 4K HDR EW3270U y el monitor gamer EX2780Q de 144Hz suelen tener input lag cercanos a los 9 ms a 10 ms basado en revisiones de terceros, mientras que el promedio de otros oscila entre 15 ms y 22 ms. Con números como estos no debería existir ningún retraso notorio ya que la mayoría de las personas empieza a notarlo a velocidades mas lentas que 40 ms, mientras que algo superior a los 50 ms sería difícil de jugar. En realidad, muchas televisiones de rango bajo tienen velocidades mucho más lentas que 50 ms siendo capaces de arruinar cualquier experiencia de juego.
Cuando estés en busca de un monitor gamer siempre resulta útil investigar y leer los comentarios de otros usuarios. Revisar las especificaciones también es de ayuda y permite comparar los tiempos de respuesta de diferentes modelos. Una regla general es que si el monitor fue diseñado para utilizarse con PC y consolas los tiempos de respuesta han sido optimizados y puedes esperar un buen desempeño.
También es simple distinguir entre tiempo de respuesta e input lag ya que el primero depende del panel que se ha utilizado en el monitor mientras que el segundo incluye diferentes factores, principalmente la capacidad de procesamiento de las señales de video del monitor. Ahora que ha quedado claro, esperamos puedas elegir el monitor gamer que te ofrezca la mejor experiencia.