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En estos tiempos de mayor preocupación por la salud pública y, en general, en cualquier momento, es bueno tener el monitor lo más limpio posible. Incluso sin pensar en gérmenes y microbios, un monitor cubierto de polvo, manchas de huellas y gotitas secas de toses ocasionales, no se verá en todo su esplendor. Con el tiempo suficiente, ya solo el polvo acumulado reducirá el brillo y apagará los colores.
Además, cada vez que estornudamos o tosemos frente al monitor, las bacterias, los virus y otros gérmenes encuentran en la pantalla un nuevo hogar, y sabemos que muchos de ellos sobreviven sin problema en superficies expuestas durante bastante tiempo. El monitor no está ahí para hacer felices a los gérmenes, sino al usuario.
Según las definiciones oficiales de diversas organizaciones sanitarias, como el CDC y la OMS, la desinfección implica la eliminación casi total de los gérmenes de una superficie o zona. La higienización se refiere, en cambio, a reducir las poblaciones de gérmenes a niveles razonablemente seguros. Seguros para los humanos, no para los gérmenes, claro.
Siendo realistas, lo más probable es que podamos, como mucho, higienizar el monitor, ya que sea cual sea el material con el que esté fabricado, los agresivos productos e ingredientes químicos necesarios para matar en masa las poblaciones de gérmenes también destruirán la pantalla. Usar cosas como etanol, alcohol o lejía lo más probable es que deje cicatrices permanentes en la pantalla o, al menos, acabe por arruinar la superficie brillante del monitor o su hermoso acabado mate. Por lo mismo, hay que mantenerlos alejados de cualquier producto para limpiar ventanas.
En general, el jabón normal tampoco es mucho mejor y también puede dañar las superficies del monitor debido a la presencia de lejía, un producto muy cáustico (los monitores no se llevan muy bien con los productos cáusticos).
Si la pantalla es brillante y está fabricada de vidrio, entonces sí se puede usar etanol y otros tipos de alcoholes para desinfectar el monitor. Esto se debe a que el vidrio, como el metal, tolera bastante bien los productos químicos agresivos. Sin embargo, hasta las pantallas de vidrio se tratan con capas de reducción de deslumbramiento que se dañarán si usamos productos químicos agresivos. Además, como la mayoría de los monitores de PC utilizan superficies con microsurcos para evitar el deslumbramiento, los recubrimientos de LCD se llevan fatal absolutamente con todo: desde el alcohol hasta el típico limpiador doméstico multiusos. Hay que mantenerlos a distancia de las superficies mates de los monitores. Como hemos dicho anteriormente, es muy probable que usarlos dañe permanentemente la pantalla. Comprar un monitor nuevo cada vez que el viejo se ensucia un poco no parece tampoco la solución más razonable (ni siquiera nos lo parece a nosotros, y eso que nos dedicamos a fabricarlos).
En resumen: los monitores brillantes pueden tolerar los líquidos de limpieza tradicionales y similares, aunque conviene consultar con el fabricante o leer el manual. Las superficies mate nunca deben exponerse a fluidos y materiales de limpieza convencionales, ya que eso estropearía la pantalla. Además, las soluciones de limpieza de LCD que venden muchas tiendas y minoristas solo sirven para limpiar, es decir, eliminar las manchas y el polvo: no desinfectan ni higienizan.
Lo mejor en estos casos es una buena limpieza con un paño ligeramente humedecido solo con agua o, idealmente, un paño de microfibra. Estos hacen un trabajo bastante bueno a la hora de recoger manualmente los gérmenes y eliminarlos de la pantalla y, como no son abrasivos, no hay apenas posibilidades de rayar o arañar la superficie del monitor antirreflectante.
La parte ligeramente húmeda sirve para eliminar las manchas de huellas sin frotar demasiado y también es eficaz contra el polvo.
A menos que nos dé por comer sobre el monitor, cosa que desaconsejamos fervientemente y no aprobaríamos nunca, no hay necesidad de mantenerlo libre de gérmenes. No es práctico intentarlo y el exceso de celo con la limpieza acaba con el objetivo esencial de tener un buen un monitor, pues lo dañará.
Basta con mantener el monitor razonablemente limpio en todo momento pasándole un paño suave una vez a la semana, como se ha indicado anteriormente, para minimizar la presencia de gérmenes dentro de lo razonablemente posible, al tiempo que eliminamos la acumulación de polvo, lo que es mucho más importante porque dificultará la experiencia visual.